Su clasificación todavía no es fija, y varía según las escuelas y doctrinas psicopatológicas. La Organización Mundial de la Salud (OMS), creó la DSM, clasificación de los trastornos mentales universal. La mayoría de estos sistemas de clasificación reconocen los trastornos infantiles (como el retraso mental), siempre separados de los de los adultos.
Ahora, voy a informar un poco sobre algunos trastornos mentales infantiles.
El retraso mental se caracteriza por la incapacidad para aprender con normalidad y para llegar a ser tan independiente y responsable como otras personas de la misma edad y cultura.
Por otro lado, se encuentra la hiperactividad, que consiste en el desorden de un déficit de la atención y la concentración, lo que supone un exceso de ímpetu en la persona que la padece, así como una inquietud constante y patológica.
Los
trastornos ansiosos comprenden el miedo a la separación de la casa y de
los padres, evitar el contacto con los extraños, etc. Los trastornos
mentales invasivos son la distorsión simultánea y progresiva de varias
funciones psíquicas (atención,
percepción, evaluación de la realidad...). Un ejemplo es el autismo
infantil, que se caracteriza por el desinterés del niño hacia el mundo
que lo rodea, provocando su aislamiento.
Existen otros trastornos infantiles debidos a problemas de comportamiento: la bulimia (apetito insaciable), la anorexia nerviosa (negación a comer), los tics (impulsos nerviosos descontrolados), el tartamudeo (dificultad para vocalizar) y otros trastornos del habla, y la enuresis (incapacidad para controlar la micción).
Estos sistemas de clasificación también tratan de distinguir entre trastornos orgánicos (aquellos que tienen una causa somática, fisiológica, o poseen una lesión o anomalía estructural del cerebro) y trastornos no orgánicos, que suelen ser más leves.
También se diferencian los trastornos psicóticos de los neuróticos. Así, psicótico significa un estado en el que el paciente pierde el contacto con realidad, mientras que neurótico se refiere a un estado de malestar y ansiedad, sin llegar a perder del todo el contacto con la realidad.
Los casos de psicosis más comunes son la esquizofrenia y la depresión.
Entre las neurosis existentes, las más típicas son las fobias, la histeria, los trastornos obsesivo-compulsivos, la hipocondria (miedo a la enfermedad y a la muerte), y en general todos aquellos que generan ansiedad.
-TRASTORNOS PSICÓTICOS
La esquizofrenia abarca trastornos graves, que habitualmente se manifiestan durante la adolescencia. Esto conlleva la perturbación de los pensamientos, de la percepción y la emoción, que afectan a las relaciones con los demás, provocando la pérdida del sentido de la realidad, así como el miedo a uno mismo. Supone, pues, la disociación entre las emociones y la cognición, que supone los cambios de estado repentinos, malestar, y sobretodo el miedo a poder provocar daño sobre las personas de su entorno.
Dentro de los trastornos de la afectividad (aquellos en los que existe una alteración del estado de ánimo) el más común es la depresión, caracterizado por la tristeza, el sentimiento de culpa, la desesperanza y la sensación de inutilidad personal.
En las paranoias (trastornos paranoides) el síntoma principal son las ideas delirantes (creencias falsas) y las más comunes son: las de persecución (el sujeto se considera víctima de una conspiración), las de grandeza (el individuo se considera de ascendencia noble) o las celotípicas (celos desmedidos). La personalidad paranoide es defensiva, desconfiada, egocéntrica, por lo que hace que el individuo se aísle y se violente.
-TRASTORNOS NEURÓTICOS
La neurosis se define como la enfermedad funcional del sistema nervioso que se caracteriza por la inestabilidad emocional.
En las fobias y neurosis obsesivo-compulsivas aparece el pánico cuando el individuo sufre miedo irracional a cualquier objeto, animal o situación que afecte su vida cotidiana. Destacan la agorafobia (miedo a los espacios abiertos) y la claustrofobia, (a los espacios cerrados) que supone un miedo a la muerte.
Por otro lado están las obsesiones, que consisten en pensamientos, imágenes o ideas que se ven sometidos sobre el sujeto. Aquí se incluye la compulsión, tendencia descontrolada a repetir comportamientos inútiles o rituales de comprobación y revisión.
Otro trastorno es la ansiedad, que predomina en los desórdenes que suponen pánico en situaciones concretas, y en los trastornos ansiosos. La ansiedad está relacionada con el estrés, pues este es la causa de la presencia de un "factor estresante", mientras que la ansiedad es el estrés que continúa después de que el factor estresante desaparezca. Para evitar esto, existen técnicas de relajación, y la nutrición es un factor condicionante que también ayuda a manejar este estrés.
Por otro lado tenemos la psicopatía, que es una anomalía psíquica que altera la conducta social del individuo que la padece, y por lo general requiere hospitalización.
Pero no me gustaría terminar de hablar de estos trastornos sin mencionar la importante intervención en este campo de la psiquiatría de Sigmund Freud. En 1891, publicó su primer trabajo de psicopatología, Sobre la afasia, que hablaba sobre estre trastorno neurológico, en el que se pierde la capacidad de pronunciar palabras debido a una enfermedad orgánica del cerebro.
En 1893, Freud sacó a la luz otro trabajo llamado Estudios sobre la histeria, con la colaboración del médico Josef Breuer. La histeria se consideraba como manifestaciones de energía emocional no descargada, asociada con traumas psíquicos olvidados. La terapia del paciente se basaba en la hipnosis, para forzarle a recordar y a revivir la experiencia del origen del trastorno, por lo que así se irían descubriendo las emociones causantes de estos síntomas.
Durante los años 1895-1900, desarrolló conceptos posteriormente incorporados tanto a la práctica como al psicoanálisis. Más tarde estudió la teoría de la transferencia, proceso por el que las actitudes emocionales, establecidas originalmente hacia las figuras de los padres durante la infancia, son transferidas en la vida adulta a otros personajes.
La principal contribución de Freud fue la creación de un enfoque en la comprensión de la personalidad humana, al demostrar la existencia de lo inconsciente. Además, fundó una nueva disciplina médica y procedimientos terapeúticos básicos que, más o menos modificados aún se utilizan en el tratamiento mediante psicoterapia de las neurosis (y de la psicosis).
Freud se considera como uno de los grandes pensadores del mundo contemporáneo.